miércoles, 29 de septiembre de 2010

Apuntes sobre el hecho de contar historias...






Lo mismo que los fotógrafos, los escritores deben de estar atentos a su alrededor ya que la virtud principal de estos es saber mirar; no está de más, además de saber mirar, el hecho de anotar las ideas que se nos ocurren mientras observamos una escena cualquiera de nuestras vidas, puede que si no lo hacemos, al llegar a casa esa idea se haya esfumado.

A la hora de contar una historia no existe una fórmula mágica que, una vez aprendida, nos garantice el éxito. La mayoría de los escritores-directores-guionistas dicen que su última novela-película-guión ha sido un reto y tienen razón. Por mucho que sigamos al pie de la letra las instrucciones para montar un mueble o una receta de cocina o los consejos de un amigo para enderezar nuestra vida; al final serán nuestro talento, nuestra pericia y nuestra perseverancia los que condicionen el resultado.
Navegando por la red he encontrado un artículo sobre el tema que nos aborda que me apetece compartir con vosotros, aquí os dejo un fragmento y debajo del mismo teneis el enlace al artículo completo:

"..Cuando estoy escribiendo una novela me atrinchero en mi mundo y no comparto nada con nadie. Soy de una arrogancia, una prepotencia y una vanidad absolutas. ¿Por qué? Porque creo que es la única manera que tengo de proteger al feto, de garantizar que se desarrolle como lo concebí. Ahora bien, cuando termino o considero casi terminada una primera versión, siento la necesidad de oír algunas opiniones y les paso los originales a unos pocos amigos. Son amigos de muchos años, en cuyos criterios confío y a quienes pido, por tanto, que sean los primeros lectores de mis obras..."


"Para contar historias"
Gabriel García Márquez

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