Érase una vez un amor tan puro y sincero que carecía de reglas. Cada día y cada instante resultaba una novedad.
Él trataba siempre de
sorprenderla, se afanaba por ser original evitando en todo momento la
monotonía.
Ella se ilusionaba con cada nuevo proyecto. Acordaron no
repetir errores, aprender de todos los que les rodeaban pero se
juraron hacer únicamente aquello que les saliese del alma, no
importando cómo, eso era lo de menos. ...Fueron libres y nunca hubo
engaños (:
(Él es el fotógrafo y ella la inspiración)
Autor?¿ (no tengo ni idea)
No hay comentarios:
Publicar un comentario